1. Proporcionar un suministro estable y eficiente de agua potable para satisfacer las necesidades de los hogares, comercios e instituciones locales.
2. Reducir el desperdicio de agua y optimizar el uso de los recursos hídricos mediante una gestión eficiente y responsable.
3. Preparar la infraestructura para situaciones de emergencia, como cortes prolongados, sequías o incrementos en la demanda.
1. Garantiza que todos los residentes y negocios cuenten con un suministro estable de agua, especialmente durante los periodos de alta demanda o posibles cortes.
2. Optimización del sistema de distribución, lo que permitirá disminuir las fugas y pérdidas de agua, maximizando el aprovechamiento del recurso.
3.Preparar a la comunidad para el crecimiento futuro y los desafíos ambientales, asegurando que los recursos hídricos se gestionen de manera responsable.